Balada de un día de Julio



Esquilones de plata

Llevan los bueyes.

—¿Dónde vas, niña mía,

De sol y nieve?

—Voy a las margaritas

Del prado verde.

—El prado está muy lejos

Y miedo tiene.

—Al airón y a la sombra

Mi amor no teme.

—Teme al sol, niña mía,

De sol y nieve.

—Se fue de mis cabellos

Ya para siempre.

—Quién eres, blanca niña.

¿De dónde vienes?

—Vengo de los amores

Y de las fuentes.

Esquilones de plata

Llevan los bueyes.

—¿Qué llevas en la boca

Que se te enciende?

—La estrella de mi amante

Que vive y muere.

—¿Qué llevas en el pecho

Tan fino y leve?

—La espada de mi amante

Que vive y muere.

—¿Qué llevas en los ojos,

Negro y solemne?

—Mi pensamiento triste

Que siempre hiere.

—¿Por qué llevas un manto

Negro de muerte?

—¡Ay, yo soy la viudita

Triste y sin bienes!

Del conde del Laurel

De los Laureles.

—¿A quién buscas aquí

Si a nadie quieres?

—Busco el cuerpo del conde

De los Laureles.

—¿Tú buscas el amor,

Viudita aleve?

Tú buscas un amor

Que ojalá encuentres.

—Estrellitas del cielo

Son mis quereres,

¿Dónde hallaré a mi amante

Que vive y muere?

—Está muerto en el agua,

Niña de nieve,

Cubierto de nostalgias

Y de claveles.

—¡Ay! caballero errante

De los cipreses,

Una noche de luna

Mi alma te ofrece.

—Ah Isis soñadora.

Niña sin mieles

La que en bocas de niños

Su cuento vierte.

Mi corazón te ofrezco,

Corazón tenue,

Herido por los ojos

De las mujeres.

—Caballero galante,

Con Dios te quedes.

—Voy a buscar al conde

De los Laureles...

—Adiós mi doncellita,

Rosa durmiente,

Tú vas para el amor

Y yo a la muerte.

Esquilones de plata

Llevan los bueyes.

—Mi corazón desangra

Como una fuente.


Federico García Lorca

0 comentarios:

Si crees que mi labor te ha sido de utilidad y de ti nace aportar con este blog, puedes invitarme un café.
Gracias mil.

 
// //